jueves, 31 de enero de 2013

The Mothers of Invention - We're Only in it for the Money (1968)

“We're Only in It for the Money” es el tercer álbum de estudio de The Mothers of Invention lanzado el 4 de marzo de 1968, por Verve Records. Al igual que con los dos anteriores discos de la banda, “We're Only in It for the Money” es un álbum conceptual, y satiriza la política de izquierda y de derecha, en particular la subcultura hippie, así como el famosísimo álbum de The Beatles, “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”. Fue concebido como parte de un proyecto sin potencial comercial, que produjo otros tres álbumes: “Lumpy Gravy”, “Cruising with Ruben & the Jets” y “Uncle Meat”. “We're Only in It for the Money” abarca rock, música orquestal y experimental, con sus segmentos de orquesta que se derivan de las sesiones de grabación para “Lumpy Gravy”, que fue emitida previamente como un disco instrumental en solitario por Capitol Records y fue reeditado posteriormente por Zappa y liberado por Verve. La reedición de “Lumpy Gravy” se produjo al mismo tiempo que “We're Only in It for the Money”, y es la primera parte de una continuidad conceptual, que continuó con la reedición de Lumpy Gravy y concluyó con el último álbum de Zappa, “Civilization Phaze III” de 1994. El genio inquieto y sardónico de Frank Zappa diatribando con ironía contra el movimiento hippie y la ebullición y efervescencia de su contexto cultural, ejemplificada en el flower-power (primordialmente contra el falso hippiesmo).Su sátira se configura en un divertido trabajo pop-rock experimental con retazos doo wop, pasajes de avant-garde, pop de buena construcción melódica, elementos jazzisticos e incluso ritmos de vals.También en su temática ofrece momentos para el optimismo libertario y el énfasis en su autodefinición como personalidad independiente, nihilista y contestataria. Algunas sonoridades en piezas de presuntuoso vanguardismo, como "Nasal Retentive Calliope Music" o la inaguantable "The Chrome Plated Megaphone Of Destiny", no pueden oscurecer el resultado conjunto de un magistral disco, original, ecléctico, hilarante y sorprendente, de vocalidad retorcida y bufona que contiene joyas (todas ellas de corta duración) como "Who Needs The Peace Corps", "Concentration Moon", "What's The Uglies Part of Your Body?", "Absolutely Free", "Idiot Bastard Son", "Flower Punk", "Mother People", "Let's Make The Water Turn Black", "Lonely Little Girl" o "Take Your Clothes Off When You're Dance".


¿Cuál sería el objetivo de Frank Zappa y The Mothers of Invention cuando grabaron We’re Only In It For The Money en 1968? ¿Trataban de responder mordazmente a The Beatles, quienes acababan de publicar el que para muchos es su obra maestra: Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band? ¿Era éste el golpe satírico definitivo que el grupo había estado buscando ya desde sus dos obras anteriores: Freak Out! (1966) y Absolutely Free (1967)? Después de todo, tanto sus dos predecesores, como We’re Only In It… tenían evidentemente algo en común: el desdén expresado mediante un humor punzante y sardónico dirigido al establishment sociopolítico y a la floreciente generación hippie. Las respuestas pueden variar, los hechos están ahí para ser interpretados. Lo que es una certeza es que muchos consideran este álbum como el mejor de los más de 60 que, entre Zappa y The Mothers of Invention, llegaron a publicar.


            
Inmediatamente después de entender bien la impronta del título del álbum, “Sólo estamos aquí por el dinero”, lo primero que habría que revisar para tratar de responder las preguntas iniciales, es la portada del mismo. En ella aparecen los integrantes de la banda travestidos y reunidos alrededor de un bombo sobre el cual se puede leer el título del álbum. Frente a ellos, un conjunto de frutas y vegetales (sandías, zanahórias, fresas, tomates) en un rectángulo enmarcado por lechugas, conforman la palabra “Mothers”. Detrás de ellos hay un collage de iconos y celebridades que van desde Jimi Hendrix hasta Los Tres Mosqueteros, pasando por la Estatua de la Libertad. Un cielo oscuro y relampagueante sustituye el celeste de Sgt. Pepper’s… Pero el guiño intertextual no acaba ahí: a diferencia de la contraportada del álbum del cuarteto de Liverpool, donde Paul McCartney es el único de los 4 integrantes que da la espalda a la cámara, la de We’re Only In It… muestra una foto del grupo en un fondo rojo, nuevamente con todos los integrantes travestidos y dando la espalda a la cámara, excepto uno de ellos cuya función es mostrar una hoja arrugada de papel estraza.
Resulta muy forzado hacer una comparación canción por canción entre Sgt. Pepper’s… yWe’re Only In It… No obstante, es relativamente sencillo encontrar huellas paródicas en canciones como “What’s the Ugliest Part of Your Body?" en la que se puede percibir con claridad un eco del timbre suave y melodioso de John Lennon. Asimismo, el cuarto track del álbum titulado “Mom & Dad", deja ver una intención tanto musical como vocal similar a la de The Doors, otro infalible ícono del hippismo.
Más allá de una respuesta directa a The Beatles, “We’re Only In It For The Money” es más una crítica a todo el contexto del movimiento Flower Power (constantemente aludido en el álbum como Flower Punk), del cual Sgt. Pepper’s… fue, por supuesto, uno de los símbolos más representativos.
En la musicalización de “We’re Only In It For The Money” algunos instrumentos y la mayoría de los sonidos vocales fueron manipulados de tal forma que producen texturas raras y caricaturescas. Casi todas las piezas son breves y se entrelazan mediante fragmentos musicales editados y conversaciones que irrumpen consistentemente en la continuidad. Lo anterior no impide que la composición musical sea sólida y elaborada. En fin, la lista de momentos brillantes es larga. El disco, tal como sucede con la mayoría de los discos de Zappa, no se abarca en su complejidad sino hasta después de escucharlo algunas veces de principio a fin.


Hay una especie de poder mágico que sale de la música de Zappa y que es difícil de explicar. Personalmente, no me canso de escuchar las melodías entrecortadas –algunas aparentemente disarmónicas–, los diálogos bizarros, los monólogos improvisados… en fin todo ese abanico de opciones cargadas de un humor corrosivo, que terminan pareciéndome absurdamente perfectas a pesar de haberlas escuchado decenas de veces. Para entender a Frank Zappa hay que prestarse a la experiencia de escucharlo sin prisa. Como algunas otras obras clásicas, las de Zappa requieren cierto grado de compromiso, y otro tanto de concentración. Luego ya todo se convierte en goce.

DESCARGA

Frank Zappa - Lumpy Gravy (1967)


Lumpy Gravy es el álbum debut en solitario de Frank Zappa, lanzado el 7 de agosto de 1967, por la discográfica Capitol Records. Corresponde este álbum a una serie de ambiciosas composiciones que le deben más a Stravinsky y Varese que al mundo del rock'n'roll (al que siguieron los siguientes dos álbumes con The Mothers). Es su tercer disco en general y fue reeditado posteriormente por el sello Verve, y más tarde se volvió a publicar de forma independiente por Zappa. A Zappa se le acredita como conductor de la Abnuceals Emuukha Electric Symphony Orchestra. Zappa mismo consideraba este álbum junto con Joe's Garage, uno de sus mejores logros.


Lumpy Gravy es una de esas cosas tan desestructuradas y experimentales que no tienen un hilo o un objetivo claro más que tratar de demostrar el avant garde extremo al que puede llegar un artista sin límites como Zappa. Ahora bien, Lumpy Gravy es ante todo el primer disco de Frank Zappa sin The Mothers of Invention. Sí, es su primer álbum solista, por lo cual para los más nostálgicos y acérrimos fans es un documento histórico que no pueden dejar de tener en su colección.Dejando este sentimentalismo de lado, el disco es absolutamente descabellado, bizarro, lo más anticonvencional que existe. Es un álbum compuesto por dos suites de 15 minutos cada una donde lo que escuchamos es: por un lado conversaciones incoherentes y por el otro pequeños fragmento musicales (?), que van desde sonidos abstractos y electrónicos a instrumentos más orquestales, pero que nunca están conectados entre sí. Es un proyecto ambicioso, a punto tal que la locura de Freak Out! y Absolutely Free son insignificantes al lado de éste. Sin embargo, la vanguardia experimental es tan pero tan extrema que no es música. No es algo inaguantable como Metal Machine Music, por el contrario, es escuchable… como lo puede ser un relato… Pero como dije antes: no es música. En Lumpy Gravy no existen ni las melodías, ni los estribillos, y no esperes escuchar a alguien cantando. Eso transforma su puntaje en un enorme signo de interrogación. Lo cuál me lleva a reflexionar: ¿Cómo es que algún crítico llega a ponerle puntaje a esta cosa? ¿Cómo mierda llegó a la conclusión la gente de Allmusic de que Lumpy Gravy es un álbum 4 estrellas?! Un misterio del universo sin develar. Supongo que si solo ponemos en la balanza las intensiones (y solo las intensiones) de Zappa de sonar experimental se puede llegar a un puntaje. Pero si lo analizamos por lo que es musicalmente poner una nota es imposible. Los invito a que lo escuchen para intentar develar esta encrucijada. En su encarnación original, Lumpy Gravy sirvió como un álbum de música orquestal escrita por Zappa e interpretada por una orquesta reunidos para el álbum. Zappa condujo la actuación de la orquesta, y no tocó ningún instrumento.

La reedición de Lumpy Gravy, publicado por Verve el 13 de mayo de 1968, se componía de dos piezas que combinaban música concreta, los elementos de la interpretación original orquestal con elementos de la música surf y el diálogo de palabra hablada. Producido al mismo tiempo que We're Only in It for the Money, el Lumpy Gravy reeditado sirve como la segunda parte de una continuidad conceptual que luego incluyó al último álbum de Zappa, Civilization Phaze III. La reedición de Lumpy Gravy se evaluó críticamente por su música única e innovadoras técnicas de edición.


miércoles, 30 de enero de 2013

The Mothers of Invention - Absolutely Free (1967)

Si Frank Vincent Zappa Jr. hubiera nacido en otra época y en otro lugar se hubiera convertido probablemente en un serio compositor de música clásica. Pero la suerte quiso que Frank Zappa creciera respirando el aire de la cultura juvenil de California, al ritmo del doo-wop de los años cincuenta y del rhythm and blues, que comenzase a componer a partir de estos dos estilos. De hecho, antes que cantante o guitarrista, Frank Zappa es un compositor. Amante de las fusiones más osadas, fue uno de los primeros en establecer un puente entre pop, rock, jazz y música sinfónica, e incluso operística, logrando, con una ironía sólo equiparable a su inteligencia musical, fascinar, además del público del rock, a muchos estudiosos de la música llamada "seria”.

Con esta pequeña referencia a Zappa, procedo a hablar respecto de Absolutely Free, el segundo álbum de The Mothers of Invention, dirigido por Frank, lanzado el 26 de Mayo de 1967 por la discográfica Verve, nuevamente bajo la colaboración del productor Tom Wilson. Es  de nuevo, una muestra de compleja composición musical con la sátira política y social. La banda había sido aumentada desde Freak Out!, mediante la adición del saxofonista  Bunk Gardner, el tecladista Don Preston, el guitarrista Jim Fielder y el baterista Billy Mundi. Fielder abandonó el grupo antes de que el álbum fuera lanzado, y su nombre fue borrado de los créditos.
Este álbum pone énfasis en los movimientos interconectados, ya que cada lado del LP de vinilo original, cuenta con una mini-suite. También cuenta con una de las canciones más famosas de la carrera temprana de Zappa, "Brown Shoes Don’t Make It", un tema que ha sido descrito como un "condensado de dos horas musicales".

Más completo y trabajado que su debut, este álbum es la obra maestra de este período. Zappa asume la dirección total de la banda y asume su posición de guitarrista solista. Desde la mordaz ‘Plastic People’, una revisión del clásico ‘Louie Louie’, a ‘America Drinks & Goes Home’, pasando por dos suites magistrales, ‘Duke Of Prunes’, de una extraña belleza, o ‘Call Any Vegetable’, un rock en tres partes cuya parte central es un largo y magistral solo de guitarra, uno de los mejores de Zappa, o esa otra revisión de ‘Louie Louie’ que es ‘Suzi Creamcheese’, una de los temas más pegadizos que realizó Zappa. Además contiene ‘Bobby Brown Don’t Make It’, un tema complicado con diversidad de estilos musicales, que es una de las cumbres de Zappa como compositor. Fue escenificado por la banda en el Greenwich Village neoyorkino durante seis meses, suponiendo un escándalo en su época, y fue considerado como ‘pornográfico’, ‘corrosivo’ e ‘inmoral’.


Con este disco Zappa se enfrenta a la América burguesa: canciones como 'Brown shoes don't make it, Plastic people' y 'America drinks' expresan, de forma irónica, la rabia y el desacuerdo que Zappa abriga hacia el conformismo. Mientras tanto, The Mothers han conseguido una inmejorable compenetración en directo; Collins, Black, Estrada, Don Preston (teclados), Billy Mundi (batería), Buck Gardner y Motorhead Sherwood (instrumentos de viento) se habían ejercitado durante seis meses de actuaciones en el Garrick Theatre del Greenwich Village, con una media de catorce actuaciones por semana. El grupo había aprendido a seguir las indicaciones de Zappa, director de orquesta, y a hacer un espectáculo teatral con la participación del público. Una noche Frank les pide a unos marines que suban al escenario para mostrar cómo el ejército destroza a los niños; para la ocasión se utilizaron muñecos de trapo.


DESCARGA

The Mothers of Invention - Freak Out! (1966)


Todo un gurú de la experimentación, la vanguardia sónica, del humor ácido, la parodia y la sátira, Frank Zappa y sus Mothers of Invention presentaban este primer disco en plena efervescencia hippie y psicodélica, un trabajo conceptual editado en su tiempo como doble LP y estructurado en una dualidad sonora muy distinguible, lanzado el 27 de junio de 1966 por la discográfica MGM/Verve. Aunque a menudo es citado como uno de los primeros álbumes conceptuales, el verdadero nexo de unión del álbum no está basado en la música del mismo, sino en la actitud satírica basada en la percepción única del líder de la banda Frank Zappa respecto a la cultura popular de Estados Unidos.

El álbum fue producido por Tom Wilson (colaborador de Bob Dylan, Simon & Garfunkel y Soft Machine), que ofreció un contrato discográfico a The Mothers, anteriormente una banda que tocaba en bares, conocida como Soul Giants, creyendo que era una banda de blues formada por gente blanca. El álbum cuenta con el cantante Ray Collins, junto con el bajista Roy Estrada, el batería Jimmy Carl Black y el guitarrista Elliot Ingber, que luego trabajaría con The Magic Band de Captain Beefheart bajo el nombre de Winged Eel Fingerling.

El repertorio original del grupo estaba compuesto únicamente de versiones. Cuando Zappa se unió a la banda no sólo cambió su nombre, sino que expandió su música al incluir una gran cantidad de material original. El contenido musical de Freak Out! incluye desde rhythm and blues, doo-wop y rock con influencia de blues estándar, hasta arreglos orquestales y collages sonoros avant-garde. Aunque el álbum fue recibido al principio con poco entusiasmo en los Estados Unidos, fue un éxito en Europa. En Estados Unidos se ganó seguidores de culto y siguió vendiendo en cantidades sustanciales hasta ser descatalogado a principios de los años 1970.
El álbum influenció la producción de The Beatles, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. En 1999, le fue otorgado el Premio Grammy Hall of Fame, y en 2003, la revista Rolling Stone lo incluyó en la lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.
En 2006, The MOFO Project/Object, un documental en audio acerca de la grabación del álbum, fue lanzado en honor a su cuarenta aniversario. 



El primer disco está compuesto por canciones cortas, muy cercanas al pop procedente de las Islas Británicas, melódicamente muy conseguidas como "Anyway The Wind Blows", "Motherly Love" (amor a los Mothers of Invention, por supuesto), "You Didn't Try to Call Me", "I'm Not Satisfied" (todo un canto al suicidio), "How Can I Be Such a Fool" o "Wowie Zowie" (esta pieza con un teclado a lo Del Shannon).
La psicodelia brilla en temas ya clásicos como "Who Are The Brain Police?" o "Hungry Freaks, Daddy" (de influencia stoniana).
Tampoco desdeña retazos doo-wop y jazzísticos que serían marca de la casa en su ecléctica y prolífica trayectoria.

El segundo vinilo (mucho menos accesible comercialmente, algo que a Zappa le traía al fresco) presenta una feroz tríada de largas piezas de cimiento vanguardista y determinada diatriba social, marcadas por un atractivo y caótico poder sónico que se inicia con la soberbia y garajera, con ecos dylanianos, "Trouble Every Day" y que es continuado por cortes perturbados y audaces como "Help, I'm a Rock" (con la participación de Kim Fowley) o "The Return Of The Son Of Monster Magnet".


viernes, 25 de enero de 2013

Jethro Tull - Stand Up (1969)

La música, sin lugar a dudas es una celebración,  resalta en su propio leguaje lo más trascendente de cada momento y es así como se realiza dicha celebración.  En 1969  la música jugo uno de los papeles mas importantes en cuanto al progreso social, de tal manera que cumpliendo plenamente su papel de celebrar logro que dicha época trascendiera hasta nuestros días. 

En Inglaterra, Jethro Tull, compuesto por Ian Anderson (Voz, flauta, guitarra), Martin Barre (Guitarra eléctrica), Glen Cornick (Bajo) y Cliv Bunker (batería) continuaba construyendo su historia dentro de la música, y en ese mismo año, lanzó su segundo álbum nombrado stand up, uno de los álbumes mas icónicos para el rock de ese entonces.
Si bien podríamos descomponer a stand up en sus partes individuales y analizarlas de manera científica, comparando estilos y sonidos con los de otras piezas musicales, seria mas apropiado dar un recorrido por cada momento celebre de este álbum.

Como se menciono antes, en el 69 se vivía un tiempo que seria recordado por siempre, exploradores de la música se abrían paso entre la maleza del prejuicio,  y Jethro tull, para eso utilizaba un arma que después seria adoptada por muchos,  por eso inicia el álbum con “a new day yestreday” donde el bajo introduce lentamente al oyente a caminar al mismo ritmo que ellos por lo desconocido, con  un sonido apegado al blues por la harmónica y la guitarra, y dandole el toque Anderson con la flauta transversal, así se camina sobre estand up, conociendo nuevos paisajes sonoros, hasta toparnos con Bouree, una pieza compuesta por el  genio J. S. Bach pero adoptada por la banda e interpretada  a flauta sobre una línea de bajo tremenda en estilo jazz, que sin embargo nos remonta a un tiempo medieval mientras Cornik recrea un solo en su instrumento. Pero a pesar de toda esta magia, “Nada es fácil” y eso se nos recuerda en el tema nombrado del mismo modo en ingles, nothing is easy, sin duda recordado y considerado uno de los mejores dentro del álbum, en esa canción cada músico posee un momento para si mismo, donde dejan su firma y si escuchamos con atención hasta hoy, se puede notar lo que esa banda estaba dispuesta a hacer por su música. We used to Know ha sido controversial por algún tiempo, pues algunos dicen que de esa canción se basó la banda norteamericana the eagles, para crear lo que seria su canción mas famosa, Barre con su guitarra nos recuerda que los solos de guitarra dentro del rock son lo mas importante y apreciable, el corazón de este.  
Por ultimo "For a Thousand Mothers" que se convirtió en el tema que la banda interpretaría cada que su publico le gritara “otra, otra, otra”. 


El álbum también posee temas acústicos, que no siendo menos importantes que los ya mencionados,  nos dejan ver que Ian Anderson era un virtuoso en la guitarra, a pesar de que como el mismo lo dice: “yo escuchaba a Clapton y a Page y pensaba, jamás tocare como ellos, así que un día mientras caminaba pase por una tienda musical y decidí cambiar mi guitarra por ese artefacto metálico que colgaba de la pared, una flauta”, y así comenzó Jethro Tull. 

DESCARGA

The Decemberists - The Hazards of Love (2009)



The Decemberists son una banda formada en Porland, Oregon, EEUU, nacidos de la escena musical independiente estadounidense. Se ganaron rápidamente un nicho entre la escena del indie folk con su sonido fuertemente acústico, con uso de instrumentación diversa que incluye a parte del estándar de guitarra, bajo y batería (¿y teclados?), instrumentos como el banjo, el acordeón, melódica, violín, contrabajo y también el viejo y querido Hammond. La banda está formada (a la fecha, ya que ha sufrido varios cambio de alineación) por Colin Meloy (letrista, cantante y guitarrista), Chris Funk (talentoso multiinstrumentista), Jenny Conlee (acordeonista, pianista, tecladista, etc.), Nate Query (bajista –en bajo eléctrico y contrabajo) y Joen Moen (baterista). Con un sonido que bebe tanto del rock clásico como del rock alternativo y el folk sesentero, y con letras poéticas e inspiradas en una infinidad de escritores de siglos atrás (Colin Meloy estudió aunque luego abandonó Literatura y Teatro, acabando por realizar un programa de escritura creativa en la Universidad) la banda tiene un estilo bastante propio y único.



El trabajo que voy a reseñar hoy es, el que a mi parecer, puede resultar de más interés a los amantes del prog (aunque ya estaré volviendo a esta banda en otros momentos, se lo puedo asegurar) en especial del prog-folk, pero que están buscando algo que no sea un clon de Jethro Tull. The Hazards of Love es el cuarto disco de estudio de la banda. Es una ópera-rock en el sentido más tradicional del término, como si de una larguísima canción subdividida en distintas partes se tratara, todo fluye a la perfección en este álbum, fusionando distintos géneros con una soltura que pocos artistas pueden permitirse.

La historia es tan disparatada como todo a lo que está acostumbrado un progger. Como si de una relectura shakespereana de un cuento de hadas se tratara, tenemos a William (un hombre-fauno) que se enamora de Margaret (una dulce doncella), sin embargo la madre de él, la malvada Reina del Bosque se opondrá a ese amor y hará todo lo posible por separarlos. Al final la aparición de un personaje de la nada “The Rake”, un asesino y enfermizo sexópata, cambiará el rumbo de la historia cuando este secuestra a Margaret y William debe salir en rescate de su amada. El final es sumamente trágico por más que el “verdadero amor” tenga su triunfo, al acabar muriendo ahogados juntos los protagonistas. ¿Cómo les quedó el ojo?

La clave para el éxito de este disco está, sin embargo, en el uso de melodías recurrentes (un viejo truco que todos los que se han aventurado a hacer óperas rock han utilizado) y la duración del álbum. En lugar de romper los esquemas, mandar disco doble y hacer una pieza de dos horas de duración, The Decemberists cierra el disco apenas por debajo de una hora. Conciso, es esa la principal virtud del disco que evita así cansar. La variadísima instrumentación y el cambio casi constante de géneros también ayuda, así tenemos desde folk pastoral a fragmentos hard rockeros que rozan en el heavy metal setentero más clásico, desde valsesitos de guitarra acústica y acordeón hasta canciones circenses con inquietantes coros de niños. La presencia de distintos vocalistas encarnando a distintos personajes también es un viejo truco, pero sí que lo usan bien aquí. Pasemos ahora a un breve resumen canción a canción.

“Prelude”: como su nombre lo indicaría, es un preludio instrumental de unos 3 minutos que nos mete en el mundo de The Hazards of Love. Comenzando con un drone de bajo apenas audible el volumen va subiendo poco a poco a medida que se incorporan capas de teclados y cuerdas, derivando directamente en la siguiente canción.

“The Hazards of Love 1 (The Prettiest Whistles Won't Wrestle the Thistles Undone)”: una delicada melodía de guitarra, típicamente folkie, da paso a la voz de Colin Meloy que comienza a presentar a los personajes de la historia. Percusión interesante y una hipnótica línea de bajo hacen de base para que Meloy deje su voz flotar con calma. Las cosas se ponen más intensas hacia el final, con toques de banjo y la guitarra tomando un vibra aun más folkie que antes. Justo antes de terminar, un grito nos hace sentir momentáneamente en The Wall.

“A Bower Scene”: y entonces viene el primer momento de caos. Power chords, distorsión, tempo acelerado. Se siente el primer momento de tensión en el álbum. Margaret viene hacia el bosque y eso claramente representa problemas. Una explosión de hard rock llega al final de esta breve canción.

“Won't Want for Love (Margaret in the Taiga)”: la locura hard rockera da paso a acordes bluseros y de pronto estamos en los setentas. Una exquisita voz femenina, cortesía de Becky Stark, hace su entrada encarnando a Margaret. La letra, como todas las del disco, es extremadamente hermosa. Un breve interludio con Meloy cantando “O my own true love, o my own true love” en medio de la canción da un breve respiro.


“The Hazards of Love 2 (Wager All)”: posiblemente el momento más claramente de “rock alternativo” en el disco, The Hazards of Love 2 se asenta sobre la guitarra y voz de Meloy, trayendo a la mente a los R.E.M. más folkie por momentos. Sumamente romántica y con un pegadizo estribillo. “I lay you down in a clover bed, the stars: a roof above our heads. And we'll lie 'til the Corn Crake crows bereft of the weight of our summer clothes. And I'd wager all the hazards of love, the hazards of love”. Imposible resistirse a tal hermosura.

“The Queen's Approach”: un brevísimo interludio de banjo, sumamente oscuro, que anuncia el acercamiento de la madre de William.

“Isn't It a Lovely Night?”: uno de los momentos más emotivos y el más “alegre” del disco. Un hermoso valsecito de guitarra acústica y acordeón con algún detalle de cuerdas y un hermoso dueto entre Meloy y Stark. Precioso y romántico.

“The Wanting Comes in Waves/Repaid”: tras la luz viene la oscuridad. Esta es una canción “doble” en realidad, con elementos diferentes situados juntos para el contraste entre los dos personajes aquí involucrados: William y la Reina, encarnada esta última por Shara Worden y su potente voz operática. Las secciones cantadas por Meloy se asentúan sobre un simple riff de harpsichord que hará las delicias de los proggers, dando paso a un crescendo rockero antes de chocar contra el pseudo-metalero rock psicodélico que sirve de base a la improvisación vocal de Worden. La Reina es quizá el personaje mejor encarnado a lo largo del disco, la emoción, la furia, la maldad que se escucha en la voz de Worden no tiene comparación.

“An Interlude”: un pequeño interludio de guitarra acústica, eléctrica casi post-rockera y poca cosa más. No es nada destacable pero cumple su objetivo de dar noción del paso del tiempo a la perfección.

“The Rake's Song”: la última canción en introducir personajes al disco es también una de las más pegadizas y a la vez oscuras del disco. Como si de punk acústico se tratara, el repetitivo rasgar de guitarra da lugar a un sádico Meloy cantando como este personaje asesinó a sus tres pequeños hijos tras la muerte de su esposa, para liberarse así del “castigo” que tenía y poder vivir su vida en libertad otra vez. La percusión aunque simple le da un toque épico a una canción sumamente popera.

“The Abduction of Margaret”: retomando la melodía de “A Bower Scene” vuelve a entrar un narrador que nos explica como el personaje de la canción anterior acaba de secuestrar a Margaret. Power chords dan paso a la locura hard rockera otra vez, fluyendo directamente a la siguiente canción.

“The Queen's Rebuke/The Crossing”: y llegamos al momento más pesado del disco. Nuevamente Shara Worden hace presencia con su exquisita voz, cantando sobre pesados riffs que recuerdan a Black Sabbath en plenos años setenta. Varios solos de guitarra que bien podrían haber salido de la guitarra de Kurt Cobain le agregan un toque grungy a la canción antes que en la sección final un órgano psicodélico entre trayendo a la memoria a Jon Lord y con él a Deep Purple. El breve pero intenso solo de órgano pone final a esta épica canción.



“Annan Water”: el momento más prog-folk del disco quizá y también el momento más “Jethro Tull”. Mi favorita personal del disco (todo hay que decirlo). En la canción anterior la Reina había ayudado al captor de Margaret a cruzar un río revuelto, que da nombre a esta canción. William en su desesperación implora al río que calme sus aguas y le deje cruzar para ir en busca de su amada, a lo que el río parece aceptar. Sin embargo eso no es todo, William promete entregarle su vida al dejarle hacer esto. “So calm your waves and slow the churn, and you may have my precious bones on my return”. Las capas de órgano en el estribillo resultan hipnóticas y parecen una especie de respire ante la locura de mandolina  y percusión “rápida” de los versos.

“Margaret in Captivity”: acercándonos ya al final de la historia, esta canción nos cuenta como Margaret está encerrada, sobre la melodía de la primer parte de The Hazards of Love, ahora con una vibra oscura bajo la simple guitarra.

“The Hazards of Love 3 (Revenge!)”: comenzando con un breve reprise del harpsichord de The Wanting Comes in Waves, esta es la sección más alocada del disco sin dudas. Espeluznantes coros de niños encarnando los fantasmas de los hijos de “The Rake” hacen presencia, llevándose a su padre con ellos. La música es circense prácticamente, pero esa música circense que solo suena en la cabeza de Tim Burton al pensar sus películas.

“The Wanting Comes in Waves (Reprise)”: uno de los reprises con más sentido para mí, usualmente los reprises no aportan nada pero este sirve de perfecta antesala al final. Además esos toques de cuerda y banjo son demasiado preciosos como para ignorarlos. La deconstrucción del sonido en puro ruido, casi como ocurre en The Trial trae de nuevo a The Wall a la mente. El final estará “separado” del resto también.

“The Hazards of Love 4 (The Drowned)”: y finalmente el bello cierre del disco. Una hermosa y melancólica canción que narra los últimos eventos de la pareja, como se unen en matrimonio con el río como testigo, antes de hundirse entre sus aguas juntos. Una melodía country, solos de slide que te desgarran el alma en dos, sutiles toques de cuerdas y armonías vocales. “’With this long last rush of air we speak our vows and sorry whispers’,  and when the waves came crashing down, he closed his eyes and softly kissed her. ‘But I pulled you, and I called you here, didn’t I, didn’t I? And I caught you, and I brought you here, didn’t I, didn’t I? These hazards of love, never more will trouble us”. Exorcisados de culpa se echan a morir y asumen su suerte, el amor triunfa aunque el final sea más Romeo y Julieta que película de Disney.

Está de más decir que este disco es una obra maestra, posiblemente uno de los discos de prog más importantes de la década pasada y sin dudas una de las mejores óperas-rock hechas hasta ahora, sobre todo porque The Decemberists subsanan los problemas típicos del formato. No titubeo en ponerle un 5 de 5 a este álbum. La fluidez, la cohesión del álbum, la diversidad de estilos que cubre y la gran calidad lírica e instrumental me impiden ponerle una nota más baja. No es un disco perfecto, pero ningún disco lo es me permito decir.

Otro que se suma aquí a difundir algunos discos que resultan interesantes.

miércoles, 23 de enero de 2013

Spastic Ink - Ink Compatible (2004)




Spastic Ink: banda formada por Ron Jarzombek, guitarrista de Watchtower, como un proyecto en solitario. La banda se termina de formar con la unión de su hermano Bobby en la batería y del bajista Pete Pérez.
"Ink Compatible" es el segundo disco de esta banda, lanzado en 2004. Hay que destacar ademas de la habilidad de sus integrantes, la cual nos la dejan en claro en su primer disco, la presencia de Jason McMaster y Doug Keyzer de Watchtower, Sean Malone de Cynic, Jens Johansson de Stratovarius, Daniel Gildenlöw de Pain of Salvation y Marty Friedman de Megadeth.


El álbum no pudo abrir de mejor manera que con "Aquanet". Es una demostración de lo que pueden lograr estos yankees. Es un rugido técnico de ocho minutos lleno de cambios de tiempos, arreglos y siempre con la notable guitarra de Ron. Tiene pasajes técnicos bien metaleros como también lentos, ademas de que se dieron el gusto de darle una parte funky. Otro de los puntos a destacar son las bases de Bobby y la sorprendente voz de Jason McMaster.

Le sigue "Just a little bit" con una intro que no te hace saber que sigue. Luego comienza, la ya mencionada, sorprendente voz de Jason. En esta canción nos siguen demostrando lo tecnicos que pueden llegar a ser. Luego aparece Ron para violar nuestros oídos con su guitarra y le siguen sus característicos cortes.

El tercer tema es "Words for nerds". Comienza con una intro.. tenebrosa(? y otra vez Ron (que genio ¿no?) destacandose con sus arreglos guitarristicos partiéndote todo lo que se llama cabeza. Cambios de tiempo es lo que no falta en esta canción, pero eso no es todo. Después de volver con la intro sigue un pasaje lento con arpegios de guitarra y un genial solo de Pete Peréz para seguirle un solo de Jens Johansson. ¿Qué más se puede pedir?

"Melissa's Friend" cuarto tema de Ink Compatible es una pieza de siete minutos, algo tranquila por momentos y muy tecnica en los otros. Hay que destacar los arreglos de bajo a partir del minuto 3:35.
Luego del outro tranquilo de "Melissas's Friend" empieza con todo "Read Me" con Ron y Jens shreddiando a la par. ¿Como habran hecho para coordinar? No lo se, pero luego de toda esa orgía de notas nos dan un respiro para volver a empezar con la locura.

El sexto tema y mi preferido (cero objetividad): "Multi-Masking". No diré ningún comentario, solo diré que si les gustaron las canciones anteriores no se arrepentiran de haber llegado hasta esta parte.
Seguida de tanta locura empieza "In memory of...". Por mi parte no me llama mucho, una canción larga y lenta no es buena combinacion en esta banda.
Pero si vamos a hablar de canciones largas hablemos de "A chaotic realiztion of nothing" de doce minutos que es la ante ultima canción de Ink Compatible y podría decirse que es como un resumen del álbum  porque tiene cosas de todos los temas anteriores.

Y para cerrar tenemos "The Cereal Mouse". Una canción corta con un sonido bizarro pero genial. Un dato interesante es que hicieron la canción al ritmo de una caricatura del mismo nombre. 



En fin, Ink Compatible es un disco redondo por un lado y cuadrado por el otro, pero igualmente recomendable. Del 1 al 10 lo califico con un 8.

Los Jaivas - Alturas de Macchu Picchu (1981)

   
Los Jaivas es una banda proveniente de Chile, formada en el año 1963, destacada por la combinación del rock progresivo con ritmos latinoamericanos, especialmente la cueca, que proviene de aquel país, junto con la incorporación de instrumentos también latinoamericanos. Debido a su larga trayectoria y a la influencia que ha significado en su país, se les ha considerado a menudo como "una de las bandas más importantes e influyentes de Chile y el resto de Sudamérica".
En sus más de cuarenta años de actividad musical ininterrumpida, Los Jaivas se han caracterizado por la exploración y fusión de diferentes estilos, desde la música tropical de sus inicios, siguiendo con el rock progresivo, pasando por la improvisación al estilo del avant garde y el jazz, el rock clásico y la fusión latinoamericana. Durante su trayectoria, además de componer, arreglar e interpretar un gran número de temas propios, han musicalizado obras de Pablo Neruda y Violeta Parra. También han arreglado e interpretado, de manera ocasional, canciones de creadores como Víctor JaraOsvaldo Rodríguez.
“Alturas de Machu Picchu” es el séptimo álbum de estudio de la banda chilena Los Jaivas, lanzado en 1981, y probablemente el más importante y popular de toda su discografía. En él, el grupo musicaliza el popular poema de Pablo Neruda, del mismo título, aparecido en su libro Canto General, de 1950. En este poema, el poeta canta, subyugado por la grandeza de la creación humana que él atestigua en las ruinas de Machu Picchu, en Perú, sobre el glorioso pasado indígena de América Latina, las miserias humanas, la muerte y el dolor que la majestuosidad a menudo causa en quienes la forjan. El poema es uno de los más trascendentes de la poesía de Neruda, y su musicalización por parte de Los Jaivas ha sido considerada como magistral y fiel al contenido de la obra original.

El gran mérito de Alturas de MachuPichu, es el lograr reproducir el temple de ánimo del poeta y su mensaje insinuado, a través de los arreglos musicales y de estilo que se proponen en el álbum. De esta manera:

“Del Aire al Aire” es el primer tema del álbum, instrumental, creado por el ex Jaivas, el argentino Alberto Ledo, aunque titulado por Eduardo Parra. Contiene un ambiente que invoca inmediatamente a la civilización Inca, acorde a la finalidad del disco, sirviendo de puntapié inicial para abrirnos a esta caterva de sonoridades.

“La Poderosa Muerte” , segunda canción del álbum, es la obra de mayor aliento, que extrae líricas de varios cantos del poema, y se compone de ritmos y estilos variados, incorporando extractos de marchascuecas y rock progresivo, entre otros, unidos por extensos solos de guitarra eléctrica, piano  y minimoog. Esta obra es una de las más extensas e importantes en toda la discografía de Los Jaivas, ya que consta de una compleja y perfecta composición.

 "Amor Americano" es un trote nortino que aprovecha el impecable ritmo del poema. Para este tema, cambian los roles de Gato Alquinta y Mario Mutis, donde el primero toca bajo y el segundo los solos de guitarra. Esta canción con el paso de los años ha pasado a ser clave en el folclor chileno, debido a su simpática melodía.

 "Águila Sideral", cuarto tema, es el tema psicodélico del disco, con una atmósfera espacial muy abrazadora, envolvente, apoyada por las excelentes melodías de las quenas, que tratan de aterrizar un poco al oyente, que se encuentra en constante pelea por quedarse en el cosmos. Esta canción evoca el vuelo de un águila por las altas cumbres de Los Andes a través de los redobles de la batería y la guitarra eléctrica distorsionada por el minimoog.

"Antigua América" es un instrumental netamente progresivo, que permite mostrar a cada uno de Los Jaivas ejecutando su instrumento con precisión y maestría. Debido a su complejidad, este tema puede maravillar a cualquier amante del progresivo, ya que lo mantiene despierto y pendiente a cada detalle de la canción.

  "Sube a Nacer Conmigo Hermano" presenta, en ritmo de joropo venezolano, un canto lleno de solidaridad y fuerza, pasando con los años a ser una canción muy reconocida en la cultura chilena.
"Final", una coda de "Sube a Nacer Conmigo Hermano", tiene tintes de música clásica, sirviendo de portón de salida para un disco que deja maravillado con cada segundo de su extensión. Nada como un final relajante luego de una inmensa euforia provocada por un estallido de sonidos prog/folk propios de grandes virtuosos de la música.

En todo el disco se nota el cuidado por las armonías vocales y la presencia de instrumentos de viento, además de la pureza de las percusiones y los sonidos ambientales. Sin duda una obra de excelencia, dispuesta a traspasar todo tipo de sentimientos, que debes escuchar antes de morir.

DESCARGA

(Ármense de paciencia, ya que las descargas en esa página están muy lentas, pero peor es nada)